El pasado 7 de febrero, tuvo lugar en el Club Diario de Mallorca, una interesante conferencia
sobre la orden del Temple en Mallorca, a cargo de D. Bartomeu Bestard, cronista de la ciudad
de Palma de Mallorca. Ante un abarrotado auditorio, prueba del interés que la orden del Temple despierta, el Sr. Bestard hizo una introducción basada en una bien resumida historia de la orden, para pasar posteriormente a centrarse en la historia de los templarios en Mallorca.
Realizó un recorrido por los distintos enclaves templarios de Mallorca, pues 1/7 parte del territorio insular tras la reconquista cristiana, fue para la Orden del Temple:, en total 8000 hectáreas, el 67% en Pollença y Lluch;el monasterio de Lluch, el lugar más sagrado para la inmensa mayoría de mallorquines y de quien sin serlo se sienten, la cueva de San Martí en Alcudia, y el 32% en la zona de Montuiri . El resto estaba en Palma, como el Oratorio del Temple, con su plaza y sus huertos o el Portixol, base naval en Palma.
Además de los 400 obradoiros, pozos, explotaciones agrícolas, etc. Destacando todos estos lugares por su eficiente gestión y producción lo cual no solo benefició a la población autóctona sino que sirvió para ayudar económicamente a la costosa campaña en Tierra Santa.
Hay que señalar, desde el punto de vista histórico artístico, la influencia que los cirtescienses y su conocida austeridad, tuvieron en los caballeros templarios, destacando sus oratorios y fortificaciones, los cuales brillaban por su sencillez y ausencia casi total de escultura interior.
El Sr. Bestard, licenciado en Historia del Arte por la UIB, es un apasionado investigador de todos los rincones en los que estuvo la orden y también es un estudioso de sus tácticas militares y como no, del injusto proceso que terminó con ellos.
Uno de los puntos más interesantes, fue cuando incidió en la formación templaria del rey Jaume I, durante parte de su niñez en el castillo templario de Monzón. Seguramente esos años de duro entrenamiento forjaron su valiente carácter y su ansia de recuperar y conquistar tierras a los musulmanes.
La conferencia terminó con un interesante turno de preguntas. Al ser preguntado por las actuales organizaciones templarias, respondió que no tienen legitimidad, pues muchas de ellas son herederas de las logias masónicas de finales del siglo XVIII. Durante la Revolución Francesa estas logias destacaron por su oposición al rey y a la Iglesia, pilares de una sociedad que terminarían derribando. Por tanto, podemos deducir que Temple y masonería son incompatibles, y que pese a que hay gran número de iluminados que se empeña en mezclar ambos conceptos, les sería más fácil mezclar aceite y agua.
Desde esta página, queremos reafirmar nuestra condición católica. Por tanto cualquier intento de legitimar nuevamente la Orden, pasaría por trasladarnos a sus orígenes primigenios en la Edad Media y tener claro que los Pobres Caballeros de Cristo defendieron hasta con su propia vida a la Iglesia, por tanto es un insulto hacia su memoria muchas de las actuales “ordenes” que se asemejan más a comparsas carnavalescas que a verdaderos caballeros templarios.