En contestación al escrito remitido por la OCCTJ tras el secuestro y violación de jóvenes nigerianas perpetrado por el grupo fundamentalista islámico Boko Haram. También el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, se ha dirigido a los templarios españoles para condenar el secuestro y explicar las acciones que están llevando a cabo.
La OCCTJ remitió al presidente Rajoy una carta de condena por las atrocidades cometidas por los islamistas Boko Haram contra jóvenes cristianas nigerianas, donde además le reclamaba que el Gobierno de España defienda en todos los foros internacionales donde esté representada nuestra nación, el derecho de los cristianos a poder practicar libremente su fe en cualquier parte del mundo, sin sentirse intimidados o amenazados de muerte y que, siguiendo la norma diplomática de la reciprocidad, se exija a estos países el cumplimiento de las leyes internacionales y los mismos derechos y libertades que nuestro país garantiza al culto islámico.
La respuesta no se ha hecho esperar, con fecha 6 de junio el secretario de Estado, director del Gabinete de Presidencia y secretario del Consejo de Seguridad Nacional, Jorge Moragas, ha contestado por escrito al prior General de la OCCTJ que coincide con lo expuesto por esta organización con respecto “a la importancia de garantizar los derechos humanos fundamentales, y entre ellos la libertad de credo, en todos los países del mundo.
Jorge Moragas afirma en la respuesta a la OCCTJ que el Gobierno de España entiende la necesidad de que los cristianos puedan expresar libremente su fe en cualquier parte del mundo, derechos que España defiende en todos y cada uno de los foros internacionales en los que tiene voz y voto, sentenciando el compromiso de nuestra nación con este derecho fundamental con un clarísimo “tenga la seguridad de que seguirá haciéndolo”.
Junto al firme compromiso del Gobierno español de seguir defendiendo la libertad de culto para los cristianos, el secretario de Estado coincide en condenar el secuestro de las jóvenes nigeriana, que califica de “execrable”, al mismo tiempo que informa al Prior General de la participación de España en la solución del problema, así como el despliegue de expertos españoles en la zona.
RESPUESTA DE DURÃO BARROSO, PRESIDENTE DE LA COMISIÓN EUROPEA
La OCCTJ no sólo ha recibido respuesta del Gobierno español a sus peticiones, también el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, que ha remitido las peticiones de los templarios españoles al Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), encargado de tomar las decisiones europeas sobre el terreno, habiendo informado en una carta recientemente al Prior General de la OCCTJ de las acciones llevadas a cabo.
Recordar que en su carta del pasado junio, la OCCTJ daba un toque de atención a Durão Barroso, para que Europa, que ha hecho de las libertades y los derechos humanos la base donde sustenta su propia creación, trabaje más activamente y realice mayores esfuerzos para acabar de una vez con esta situación que nos avergüenza como pueblo civilizado.
LA ONU, NI ESTÁ NI SE LE ESPERA
Por el contrario la ONU, que debería ser la organización más comprometida, sigue sin dar respuesta a las demanda de millones de cristianos de la que se ha hecho eco la OCCTJ. Mientras el Gobierno español y Comisión Europea adquieren compromisos de trabajar para acabar con los constantes ataques a cristianos en Nigeria y otros países de mayoría islámica o amenazados por fundamentalistas, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, guarda silencio.
Por ello nuevamente la OCCTJ quiere poner en evidencia la inacción de la ONU ante unos hechos que se repiten con demasiada frecuencia, sin que por parte de la Naciones Unidas se haga nada por evitarlos: el asesinato, persecución y privación de sus derechos de cientos de miles de cristianos que viven en países de mayoría islámica, o bajo la presión de grupos fundamentalistas, según el informe anual de la organización Open Doors, 2.123 cristianos murieron a causa de sus creencias en 2013. Mientras la ONU, organización que nació para garantizar el derecho internacional, buscar la paz y seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos, permanezca de brazos cruzados ante el genocidio de cristianos por el mundo continuará.
La OCCTJ agradece las respuestas y compromisos contraídos por el Gobierno de España y la Comisión Europea ante tamaño genocidio y seguirá trabajando para que los países occidentales y organizaciones internacionales salgan del escandalizador silencio en que mantienen estas matanzas y que actúen firmemente para garantizar la libertad y el derecho de las personas, argumentos que sí han sido utilizados en otras ocasiones para actuar con firmeza y decisión.
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Ningún país democrático del mundo, que base su constitución y sus leyes en los principios fundamentales de la libertad y los derechos de las personas, puede permitir que estas situaciones ocurran en otros lugares.
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