Nos habíamos citado para degustar una paella con nuestros familiares en la residencia de las HERMANITAS de los POBRES aportando una donación para así poder sufragar los gastos del arreglo del ascensor que tanto necesitan los ancianos que habitan en este bello lugar.
Junto con la ternura y la alegría de las hermanas y su buen hacer, hacen que nuestra estancia sea agradable y reconfortante. Y seguro que su labor en la residencia hacen merecimiento de ello, cuidar a nuestros mayores con la exquisitez que se merecen.
Sólo se debía mirar hacia las mesas y ver como nuestros ancianos reían y hablaban con ellas, esa complicidad que ya no existe en nuestra sociedad sí existe entre estos muros.
Y ésta es una de nuestras misiones ,hacer que los valores de antaño vuelvan a relucir en nuestra sociedad que ahora necesitan más que nunca de cada uno de ellos.
Y sin más un saludo a nuestras Hermanas por su gran labor y por habernos hecho partícipes de este gran día en su casa que es la nuestra. Y a nosotros hermanos, nunca dudemos de estos valores por que son los que nos llevarán por el camino de la luz.
NON NOBIS DOMINE, NON NOBIS SED NOMINE TUO DA GLORIAM.
UN FUERTE ABRAZO A ESTA GRAN FAMILIA QUE DIOS NOS BENDIGA A TODOS.